Nanotecnología y alimentación:

¿lucha contra el hambre, mejores alimentos o más negocios globalizados?


Como siempre, vamos corriendo desde atrás. Los “nanoalimentos” ya están entre nosotros.

El “principio precautorio” nos indica que debemos desconfiar de la forma en que se aplicarán estos tremendos avances tecnológicos, y qué consecuencias traerán aparejadas.

Así como la “revolución verde” –que prometía “alimentos buenos y baratos para todos”- se transformó en el gran negocio de los OGM y la inusitada concentración del poderío económico en pocas empresas transnacionales. Patentamiento de semillas, apropiación de la biodiversidad, agronegocios, agrotóxicos, expulsión de campesinos y tierra para producir combustibles. Todo a partir de un engaño orquestado desde su origen.


¿Podemos creer que los resultados de la modificación “atómica” serán mejores que los obtenidos con la manipulación “genética” de las semillas?

Si vemos cuáles son las empresas –y la estrategia de silencio adoptada por ellas- que invierten en desarrollo nanotecnológico en el “mercado de la alimentación”, más que preocuparnos, tendremos que ocuparnos del tema.

En consecuencia, debemos tener presentes tres principios básicos:

1) Las nuevas tecnologías, por si solas, no resuelven las viejas injusticias.

2) En las relaciones capitalistas, el objetivo del desarrollo tecnológico es el lucro y no la satisfacción de las necesidades de la gente.

3) Cualquier tecnología nueva que se introduzca en una sociedad que no sea esencialmente justa, tenderá a agravar la diferencia entre ricos y pobres.


viernes, 16 de diciembre de 2011

¿Quién controlará la economía verde?

CORPORACIONES PETROLERAS, FARMACÉUTICAS Y AGROQUÍMICAS DOMINAN LAS INDUSTRIAS DE LA VIDA
 

Grupo ETC *
Desde el inicio del milenio ha estado cobrando forma una economía de base biológica con la promesa de resolver los problemas del pico petrolero y el cambio climático, y de abrir la puerta a una era de desarrollo sustentable. La biología sintética o ingeniería genética extrema, potenciada con la bioinformática y la genómica, es la maquinaria principal de la denominada “economía verde”, que podría propiciar el mayor acaparamiento y despojo de recursos desde la conquista de América.



El informe ¿Quién controlará la economía verde? del Grupo ETC analiza los acontecimientos relativos a las crisis del clima y el petróleo, las nuevas tecnologías y el poder creciente de las corporaciones. El documento advierte que las empresas más grandes del planeta están sacando toda la ventaja posible de lo que por todos lados ya se nombra como “economía verde”, y se preparan para dar su golpe más agresivo en la historia. El objetivo principal de las empresas no es solamente realizar más adquisiciones y explorar otros mercados, sino penetrar en nuevos sectores industrialess, y comercializar con la biomasa que aún escapa del mercado.

En la ruta hacia la Cumbre de la Tierra (Río+20) de junio de 2012, la noción de una “gran transformación tecnológica verde” que posibilitará una “economía verde” está siendo ampliamente promovida como la clave para la supervivencia del planeta. La idea consiste en sustituir la extracción de petróleo con la explotación de la biomasa (cultivos alimentarios y textiles, pastos, residuos forestales, aceites vegetales, algas, etc.).

Los promotores de esta idea vislumbran un futuro post-petrolero en el que la producción industrial (de plásticos, sustancias químicas, combustibles, fármacos, energía, etc.) dejará de depender de los combustibles fósiles para derivarse de materias primas biológicas transformadas mediante plataformas de alta tecnología basadas en la bioingeniería. Muchas de las más grandes corporaciones y de los gobiernos más poderosos ensalzan el uso de nuevas tecnologías —incluyendo la genómica, la nanotecnología y la biología sintética— para la transformación de la biomasa en productos de alto valor.

El Grupo ETC advierte que los nuevos remedios tecnológicos verdes son peligrosos porque promoverán una convergencia y una concentración del poder corporativo aún mayores, e impondrán tecnologías patentadas en comunidades que no están discutiendo el tema ni están preparadas o son consultadas sobre sus impactos.

Los “amos de la biomasa” corporativos están en condiciones de mercantilizar la naturaleza en una escala sin precedente, destruyendo la biodiversidad y desplazando a los pueblos marginados del Sur global, donde se ubican los mayores depósitos de biomasa terrestre y acuática del planeta. Si la “economía verde” se impone sin un debate amplio entre gobiernos y con la participación de los pueblos, las organizaciones y la sociedad civil, la Cumbre de la Tierra a celebrarse en Río de Janeiro del 20 al 22 de Junio del próximo año, arriesga a convertirse en el mayor acaparamiento de recursos —despojo— desde la conquista de América.

La bioeconomía desatará el mayor acaparamiento de recursos visto en más de 500 años, afectando principalmente a agricultores campesinos, criadores de ganado, pescadores y comunidades forestales.

Los actores

Unas 147 compañías controlaron casi el 40% del valor monetario de todas las empresas trasnacionales del mundo en 2007. Tan sólo 737 empresas sumaron el 80% del valor de todas las ETN. Este es el hallazgo de un nuevo estudio publicado en julio de 2011 por los investigadores del Instituto Federal de Tecnología de Suiza (ETH Zürich), con base en el análisis de 43.060 empresas trasnacionales (ETN), localizadas en 116 países.

Según los autores, “el interés de este listado no radica en que pone en evidencia a insospechados agentes del poder. Más bien, exhibe el hecho de que muchos de los principales actores pertenecen al centro del poder. Esto significa que no realizan sus operaciones de negocios aisladamente sino, por el contrario, están vinculados en una red de control extraordinariamente estrecha. Este hallazgo es sumamente importante, dado que hasta ahora no existe ninguna teoría económica o evidencia empírica que haga referencia a si los actores principales están conectados.

Los actores más importantes dentro del núcleo de poder pueden ser entonces pensados como una especie de "súper entidad" en la red global de corporaciones. Un dato relevante adicional en este punto es que tres cuartas partes del núcleo son “intermediarios financieros” (incluyen, por ejemplo, a los bancos de inversión, las firmas de correduría, las compañías de seguros, etcétera).

Las industrias más grandes del mundo están convergiendo en torno a la biomasa, anticipando un futuro después de la petroquímica. Eso no significa que no solo están acaparando tierras y recursos naturales; también están invirtiendo en nuevas plataformas tecnológicas para transformar azúcares derivados de vegetales (de cultivos alimentarios y fibrosos, algas, todo tipo de materia vegetal) en productos industriales. A partir de la biomasa, se están creando nuevas constelaciones de convergencia corporativa que atraviesan diversos sectores industriales.

La competencia por la apropiación de la biomasa (y de las plataformas tecnológicas para transformarla) fomenta la creación de nuevas alianzas de poder empresarial. Entre los principales actores figuran grandes empresas de energía (Exxon, BP, Chevron, Shell, Total), las grandes farmacéuticas (Roche, Merck), las gigantes del agronegocio (Unilever, Cargill, DuPont, Monsanto, Bunge, Procter & Gamble), las principales compañías químicas (Dow, DuPont, BASF), así como el sector militar más poderoso (el de Estados Unidos).

Cuatro ejemplos

DuPont ya es la segunda empresa de semillas, la sexta más grande compañía de plaguicidas y químicos en el mundo, y es ahora un poderoso referente en materiales, energía y aditivos alimentarios derivados de vegetales. Otros jugadores mayores en los sectores de semillas, plaguicidas, químicos y alimentos —incluyendo a Monsanto, Syngenta, Dow, BASF y Unilever— están haciendo inversiones estratégicas en tecnologías riesgosas y consolidando colaboraciones para investigación y desarrollo con la expectativa de convertir la biomasa vegetal en todo tipo de productos con alto valor agregado. 

1. DuPont: El gigante químico DuPont y el gigante petrolero BP tienen una empresa de capital de riesgo, Butamax, que busca comercializar combustibles derivados de algas. A principios de 2011, DuPont compró Danisco, fabricante de enzimas y aditivos especializados para alimentos —ambas compañías tenían una asociación anterior para producir etanol de celulosa. DuPont ya vende un bioplástico derivado del maíz. DuPont (Pioneer) es la segunda empresa de semillas más grande del mundo y la sexta compañía de pesticidas más grande del mundo.

2. Solazyme: Dow Chemical, Unilever, Chevron, Bunge Ltd., la Marina de Estados Unidos y el Departamento de Defensa están aliándose con la empresa de biología sintética con sede en California Solazyme, lo cual define sus mercados: combustibles, químicos, nutrición y ciencias de la salud, y se especializa en transformar “azúcares vegetales de bajo costo en aceites renovables de alto valor.” Solazyme también está asociándose con San-Ei Gen, un fabricante y distribuidor japonés muy grande de aditivos para alimentos para desarrollar a partir de algas y también ya tiene negocios con Roquette Frères de Francia para lanzar al mercado Solazyme-Roquette Nutritionals, una empresa comercializadora también de aditivos alimentarios derivados de algas.

3. Evolva SA: El gigante químico BASF y la gigante farmacéutica Roche tienen alianza con la compañía de biología sintética y biotecnología Evolva SA (Suiza) que conecta sus “tecnologías y línea productiva con las compañías que tienen los recursos y la capacidad para realizar el desarrollo último de los productos así como su comercialización.” Evolva adquirió Abunda Nutrition, su socio en la búsqueda de la producción de vainilla sintética (julio de 2011) y también es socia de International Flavor & Fragrances para producir “otro saborizante clave”. Evolva también está en sociedad con la Oficina de Investigación del Ejército de Estados Unidos, para la búsqueda de compuestos que inhiban el crecimiento de la Burkholderia pseudomallei, patógeno bacteriano.

4. Amyris: Procter & Gamble, Chevron, Total, Shell,Mercedes-Benz do Brasil, Michelin Tire, Gruppo M&G (fabricante de plásticos), Bunge Ltd. y Guarani, todas están asociándose con la empresa de biología sintética Amyris, con sede en California. Según Biofuels Digest, Amyris “se considera una red de sociedades, lo que constituye el elemento central estratégico en su forma de conducirse en el mercado a partir de su baja inversión patrimonial.”

Conclusiones

Frente al caos climático, el colapso financiero y ecológico y la penetrante hambruna, los gobiernos en su ruta hacia Río+20 (la Cumbre de la Tierra de 2012) están desesperados por dar la bienvenida a una transformación tecnológica (de cualquier color) que prometa un Plan B expedito para el planeta. Sin embargo, las composturas tecnológicas no son capaces de afrontar los problemas sistémicos de las crisis de pobreza, del hambre o la ambiental. 

Como se lo interpreta actualmente, el “arreglo tecnológico” es una idea seductora, pero peligrosa, porque animará una mayor convergencia del poder corporativo y desatará una serie de tecnologías de eficacia no probada pero, eso sí, patentadas, en los territorios de las comunidades locales que no han sido consultadas sobre —ni están preparadas para— enfrentar sus impactos. En ausencia de un debate intergubernamental y un amplio involucramiento de las organizaciones de los pueblos y de la sociedad civil, la Cumbre de la Tierra se convertirá en un despojo de la Tierra.

Kathy Jo Wetter del Grupo ETC explica: “No se trata de rechazar la economía verde o las tecnologías, pero ambas son herramientas que deben administrarse bajo sólidas políticas sociales. La Agenda 21 en 1992 llamó a la evaluación de las tecnologías y enfatizó la necesidad de una herramienta para la precaución, que incluya un monitoreo estricto del poder de las corporaciones. Esa propuesta es ahora más urgente que nunca".

El objetivo no es rechazar la economía verde, sino construir economías sustentables, basadas en el uso apropiado y adecuado de la biodiversidad para satisfacer las necesidades humanas y salvaguardar los sistemas planetarios. El axioma ya familiar que reza: “la misma rutina de negocios ya no es opción” debe ser reforzada con otro axioma igualmente importante: la misma gobernanza de siempre ya no es opción.

Las actuales estructuras de gobernanza tanto del ambiente como de la agricultura en el sistema de Naciones Unidas sufren de una falta de coordinación entre instituciones; la falta de una efectiva representación para la mayoría de los gobiernos y la ausencia de oportunidades verdaderamente significativas de participación para las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales.

En primer lugar, Río+20 no tendrá éxito a menos que se tomen las medidas necesarias para fortalecer la democracia y la participación de los pueblos dentro del sistema de Naciones Unidas. Los gobiernos deben asegurar la plena participación de los movimientos sociales, especialmente los indígenas, campesinos y de comunidades locales, así como de las organizaciones de la sociedad civil.

Los esfuerzos por contrarrestar la hegemonía empresarial y construir economías genuinamente sustentables deben incluir, entre otros:

Regímenes antimonopolio

Las estructuras antimonopolio existentes hoy son impotentes frente al proceso creciente y continuo de consolidación y globalización corporativa. Un estudio publicado en 2011 por investigadores suizos revela que 147 empresas —que colectivamente conforman una “supra-entidad” económica— controlaban casi el 40% del valor monetario de todas las empresas trasnacionales en 2007.

Un informe de 2010 del Relator Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación recomendó que los regímenes jurídicos de competencia y antimonopolio se expandan para facilitar el efectivo ejercicio de los derechos humanos incluyendo, entre otros, el derecho a la alimentación, el derecho al trabajo y el derecho al desarrollo. La Ley Modelo de Competencia de la UNCTAD —aunque todavía es un proyecto en proceso y no una autoridad antimonopolio supranacional— es un intento por fortalecer la cooperación multilateral en la esfera de los regímenes de competencia (por ejemplo, en materia de la aplicación coordinada de las políticas de competencia). Los gobiernos deben explorar nuevos e innovadores modelos.

El papel central de la agricultura y la soberanía alimentaria

En los procesos de negociación que conducen a Río+20 existe una preocupante tendencia a subsumir a la agricultura y a la soberanía alimentaria a las agendas “ambientales”, que ignoran las recurrentes crisis alimentarias y los nexos entre la agricultura industrial y la crisis climática. La importancia de la agricultura y, especialmente, el papel de los productores agrícolas de pequeña escala, debe estar en el centro de cualquier discusión sobre una economía verde. Los pequeños agricultores no sólo generan el 70% de la producción agropecuaria global, sino que sus acciones colectivas representan nuestra mayor esperanza para adaptarnos y mitigar la crisis climática.

Los tomadores de decisiones políticas internacionales deben trabajar para cerrar la brecha entre la seguridad alimentaria, la agricultura y la política climática, especialmente mediante el apoyo a la soberanía alimentaria como marco general para enfrentar estos problemas, en contraste con el actual sistema agroindustrial, que propicia que los regímenes comerciales y las fuerzas del mercado dicten las políticas alimentaria y agrícola. La soberanía alimentaria presupone los derechos de las naciones y los pueblos para determinar democráticamente sus propias políticas alimentarias y agrícolas.

La evaluación y la divulgación de la información internacional sobre las tecnologías
Los gobiernos que se reunirán en Río de Janeiro deben adoptar un proceso para negociar/desarrollar internacionalmente un mecanismo de evaluación e información sobre las tecnologías, basado en el principio precautorio, que fortalezca la soberanía nacional y construya capacidades, especialmente en los países del Sur global, para evaluar los impactos en la salud, ambientales, económicos y sociales de las tecnologías nuevas y emergentes, como la biotecnología, la nanotecnología y la biología sintética.

Una tecnología emergente —como la geoingeniería— que puede ser desplegada unilateralmente y tiene como propósito afectar un sistema global (como el clima, por ejemplo), no debe ser autorizada para continuar su desarrollo en ausencia de un mecanismo de evaluación e información como el descrito.* Resumen del informe ¿Quién controlará la economía verde? del Grupo ETC. El documento completo en: http://www.etcgroup.org/es/node/5298>

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Nanotecnología bajo la lente de los consumidores


16 de noviembre de 2011

La nanotecnología promete avances científicos extraordinarios, pero deja abierta todavía muchas incógnitas acerca de los riesgos sobre la salud y el medio ambiente.

No hay estudios en profundidad sobre los efectos de la Nanotecnología en la salud y el medio ambiente.
No hay estudios en profundidad sobre los efectos de la Nanotecnología en la salud y el medio ambiente. (Thomas Kern)
Asociaciones de consumidores y la Universidad de Lausana pusieron en marcha una campaña de sensibilización de estas sustancias futuristas que, al mismo tiempo, son tan comunes.

¿Qué tienen en común una crema solar invisible, un tejido a prueba de manchas y un frigorífico que repele olores? ¿Y la cadena de una bicicleta con neumáticos de última generación? Hijos de la nanotecnología, estos productos contienen sustancias imperceptibles por el ojo humano, capacidades sorprendentes y riesgos todavía desconocidos.

Las nanopartículas se encuentran ahora en más de 1.000 artículos que se venden en el mercado y existen más de 500 empresas suizas que utilizan estas nuevas tecnologías en la investigación o en la producción; aunque sin que los ciudadanos sean plenamente conscientes de ello. Tampoco hay estudios en profundidad sobre los efectos que estas sustancias pueden ocasionar en la salud y el medio ambiente.

“En las últimas dos décadas, la nanotecnología ha sido presentada como una revolución científica, capaz de cambiar los procesos de producción y permitir avances en la electrónica, la medicina, las energías renovables o la agricultura”, explica Marc Audétat, investigador de la Plataforma de Ciencia y Sociedad de la Universidad de Lausana.

Las esperanzas de los investigadores son numerosas: se habla de un gel que permite que los dientes crezcan o incluso de las interacciones de un cerebro a otro, sin olvidar la ralentización de los efectos del envejecimiento.

Si estas invenciones son, por el momento, más propias de ciencia ficción, las dudas relacionadas con estas nuevas tecnologías son reales. La Federación de Consumidores de la Suiza francófona, junto a la Plataforma de Ciencia y Sociedad de la Universidad de Lausana, han decidido poner en marcha una campaña de sensibilización para trasladar el debate a la opinión pública y permitir a los ciudadanos tener una idea sobre las limitaciones y beneficios de estas nuevas tecnologías.

Para ello se acaba de inaugurar una exposición itinerante en el oeste de Suiza que realizará una gira por el país durante 2012.

Por un átomo más o menos

Presentes en la naturaleza o como resultado de la mano del hombre, las nanopartículas están compuestas por unos pocos miles de átomos y es exactamente su número el que determina sus propiedades.

“Algunos materiales se reducen a unas dimensiones infinitamente pequeñas, cambian las características. Es el caso, por ejemplo, del dióxido de titanio que, en su estado natural, se utiliza para la pintura en forma de polvo blanco.

Una vez reducida, la nanopartícula se hace transparente y forma un filtro contra los rayos UV”, explica Huma Khamis, bióloga y responsable del dossier sobre la nanotecnología en la Federación de Consumidores de la Suiza francófona.

Sus propiedades pueden ser sorprendentes, pero también son muy difíciles de definir porque basta la diferencia de un solo átomo de más o menos para modificarlas radicalmente. Además, las nanopartículas tienen una superficie de contacto particularmente grande con respecto a su masa y, por lo tanto, son muy sensibles al ambiente externo y altamente impredecibles.

Una mayor preocupación es, sobre todo, el contacto de estas sustancias con el cuerpo humano: “No se puede excluir que estas partículas se introduzcan en el cuerpo mediante la respiración o la alimentación, con consecuencias inesperadas para la salud”, señala Huma Khamis.

Falta investigar los riesgos

Según un estudio realizado por el Fondo Nacional (PNR), en proporción a los esfuerzos de la investigación sobre las posibles aplicaciones de la nanotecnología, hasta ahora la inversión suiza en materia de riesgos es extremadamente baja.

Experimentos en animales han revelado efectos adversos en el sistema respiratorio. O, en el caso de las nanopartículas de dióxido de titanio (utilizadas en los protectores solares), se han encontrado como causantes del desarrollo de un tumor en ratones.

Por el momento, la investigación toxicológica está en una fase embrionaria y por tanto es difícil establecer normas más estrictas para el comercio en Suiza y en el extranjero.

Esto no quiere decir -opina Khamis- que los consumidores deban actuar como conejillos de indias. “La industria debe demostrar que estas sustancias que están en el mercado son realmente inofensivas, especialmente en lo que atañe a los productos cosméticos o, en general, a todos los productos que entran en contacto con el cuerpo humano. No solo eso, los ciudadanos tienen derecho a saber qué productos contienen nanopartículas. Se trata de una cuestión de transparencia y libertad de elección del consumidor”.

" Los ciudadanos tienen derecho a saber qué productos contienen nanopartículas. Se trata de una cuestión de transparencia y libertad de elección del consumidor. "
Huma Khamis, Federación de Consumidores de la Suiza francófona

El espectro del amianto

El uso de nanopartículas también ha planteado bastante preocupación en lo referente a sus repercusiones en los trabajadores. El espectro del amianto -que sigue matando a 100.000 personas cada año en el mundo- se toma a menudo como un ejemplo, aunque a primera vista la comparación puede parecer excesiva.

Bajo acusación están en especial los nanotubos de carbono, de los que en los últimos años se produjeron 700 toneladas. Pero si sus cualidades son más que prometedoras para la industria, los efectos sobre la salud parecen muy similares a los del amianto.

“La historia nos enseña la importancia de la investigación preliminar para determinar los posibles efectos de las nuevas tecnologías y evitar una tragedia como la del amianto”. De acuerdo con Marc Audétat, aunque en el momento el ‘lobby’ de esta industria había tapado el caso, hoy en día, el riesgo de una deriva de este tipo es menor.

“Esto no quiere decir que el conocimiento sobre los efectos de las nanopartículas sea limitado y, en vez de lanzar un debate transparente, se tiende siempre a poner más énfasis en los avances científicos todavía no alcanzados”.

En Suiza no existe por el momento ninguna ley federal al respecto. “Suiza tiene que invertir más en investigación sobre los efectos de las nanopartículas sobre la salud, con el fin de desarrollar normas para el uso de estas tecnologías en la industria, la agricultura y la alimentación”, concluye la bióloga Khamis.

“A pesar de los esfuerzos, el mundo científico no ha alcanzado aún un consenso sobre la definición de una nanopartícula y las precauciones que deben tomarse en su manipulación”.

Stefania Summermatter, swissinfo.ch
(Adaptación: Iván Turmo)

viernes, 14 de octubre de 2011

Los verdaderos colores de la economía verde

Silvia Ribeiro


A 20 años de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Cumbre de la Tierra o Eco´92) se realizará una nueva conferencia global, en junio 2012, en Río de Janeiro, Brasil. Río+20, como se le llama, ocurrirá en medio de las mayores crisis globales del siglo: devastación ambiental y erosión de la biodiversidad, crisis climática, crisis económica y financiera, crisis alimentaria, crisis de salud.

Aunque Río+20 debería revisar los compromisos asumidos, el estado de los problemas y estrategias reales para resolverlos, los temas en la agenda son economía verde y nuevas formas de gobernanza ambiental global. Si el término “desarrollo sustentable”, era ambiguo y se prestó a abundante manipulación, la sustitución por “economía verde” señala un enfoque aún más estrecho, que privilegia a quienes dominan los mercados.

Lejos de una reunión anodina de Naciones Unidas, Río+20 se anuncia como un escenario de disputa, porque podría ser clave para un reordenamiento discursivo y geopolítico global, consolidando nuevos mercados financieros con la naturaleza y más control oligopólico de los recursos naturales, legitimando nuevas tecnologías de alto riesgo y creando las bases de una nueva estructura de gobernanza ambiental global que facilite el avance de una “economía verde” en clave empresarial.

¿A qué se refiere la economía verde?

Para muchas personas y organizaciones, “economía verde” puede tener un significado positivo, asociado a producción agrícola orgánica, energías renovables, tecnologías limpias. En los movimientos existe una diversidad de propuestas de economías alternativas, socialmente justas, culturalmente apropiadas y ecológicamente sustentables. Sin embargo, la noción de “economía verde” que se está manejando desde los gobiernos va por un camino opuesto. Se trata básicamente de renovar el capitalismo frente a las crisis, aumentando las bases de explotación y privatización de la naturaleza.

Ya en la Eco´92 las trasnacionales empleaban maquillaje verde. Intentaban hacer una cortina de humo sobre su responsabilidad en la devastación ambiental, apoyando proyectos de conservación o “educación” ambiental, sellos verdes, etc. Pero sobre todo, afirmando que no había necesidad de cambiar el modelo de producción y consumo, ya que con tecnología para mayor eficiencia energética y otras, se podía llegar a soluciones de "ganar-ganar", donde las empresas seguirían lucrando mientras mejoraban el ambiente con negocios “verdes”.

El planteo de la nueva economía verde sigue este camino, pero es más preocupante, tanto por la expansión de la mercantilización de la naturaleza y los ecosistemas –y el impacto en los pueblos que dependen de ellos­–, como porque las nuevas tecnologías a las que se refieren ahora, explícitamente o no, –como nanotecnología, transgénicos, biología sintética­, geoingeniería– implican enormes riesgos.

Oficialmente verde

El concepto “economía verde” es ambiguo y no hay consenso tampoco entre los gobiernos. Un antecedente recurrente en las discusiones oficiales hacia Río+20 es la Iniciativa sobre Economía Verde del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Allí se enmarca el “Nuevo acuerdo verde global”, planteado por ese organismo en 2008, del que se hicieron eco Obama y otros mandatarios, como una respuesta de “ganar-ganar” a las crisis. Plantea enfrentar la crisis financiera y climática redirigiendo las inversiones al “capital natural”, dando estímulos fiscales a empresas para energías “limpias” (como agrocombustibles), ampliar los mercados de carbono. Brasil, que ya tenía amplias inversiones en esos sectores y muchos recursos naturales para meter a los mercados, propuso que la economía verde fuera tema central de la conferencia Río+20, lo cual fue posteriormente aprobado por Naciones Unidas.

Dentro de la Iniciativa sobre Economía Verde, el PNUMA publicó en 2009 el informe del proyecto TEEB (La economía de los ecosistemas y la biodiversidad, por sus siglas en inglés) y en 2011, el extenso reporte “Hacia una economía verde”, dividido en tres secciones: inversiones en capital natural (agricultura, agua, bosques, pesca); inversión en eficiencia energética y uso de recursos (energías renovables, industria manufacturera, basura, construcción, transporte, turismo, ciudades) y transición a la economía verde (financiamiento y condiciones políticas favorables).

Significativamente, tanto el informe sobre economía verde como el TEEB, son coordinados por Pavan Sukhdev, un alto ejecutivo de la banca trasnacional. Reflejan su lógica de poner precio –aunque lo llamen valor– a toda la naturaleza y sus funciones. Sukhdev es ejecutivo del Deutsche Bank y trabajó anteriormente el tema de la valuación económica de la biodiversidad para el Foro Económico de Davos.

El proyecto TEEB surgió en 2007 a partir de una reunión del G8+5. Los cinco gobiernos “agregados” a las potencias globales, eran Brasil, China, India, México y Sudáfrica –todos gobiernos de países megadiversos interesados en comerciar con la biodiversidad de sus países. Con la crisis financiera, la mercantilización de la naturaleza que entraña TEEB, destaca como tabla de salvación frente al naufragio de los mercados especulativos. Sukhdev llama a la biodiversidad un nuevo "mercado multibillonario".

Estos y otros planteos similares sobre economía verde se apoyan en tres grandes pilares: a) una mayor mercantilización y privatización de la naturaleza y los ecosistemas, integrando sus funciones como “servicios” a los mercados financieros, b) la promoción de nuevas tecnologías y la vasta expansión del uso de biomasa y c) un marco de políticas que permitan y premien todo eso, es decir lo que los gobiernos y las sociedades deberíamos hacer para que las empresas puedan hacer ganancias con los dos anteriores.

Privatizando el aire

Un componente temprano del paquete propuesto por la economía verde es el pago por servicios ambientales (PSA) o servicios ecosistémicos. Incluyen el pago por servicios ambientales forestales, hidrológicos, paisajísticos y de bioprospección (biopiratería). Conllevan la redefinición de las funciones de la naturaleza y la biodiversidad como “servicios”, para poder mercantilizarlos.[1] Los PSA han significado muchos conflictos entre grupos indígenas, campesinos, dentro y entre comunidades, ya que promueven la competencia por quien llegue primero a comerciar bienes compartidos. Los esquemas de PSA requirieron inventar “dueños” (lugar que ocuparon ONG o grupos dentro de las comunidades) de las funciones ecosistémicas, de los conocimientos sobre biodiversidad, de los cuidados tradicionales del agua, cuencas y bosques, porque siempre han sido bienes comunes y colectivos que no se podían mercantilizar.

En muchos casos, los PSA comenzaron con préstamos del Banco Mundial –deuda pública a pagar por todos– con el objetivo expreso de crear mercados de servicios ambientales. A éstos siguieron mercados secundarios de servicios ambientales, altamente especulativos. Los PSA significaron que una transnacional –que quizá nunca estuvo en el lugar– pueda terminar decidiendo sobre el territorio, el agua o la biodiversidad de comunidades indígenas y campesinas de países del Sur.

Basados en esas experiencias, surgen los programas REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación evitada), cuya aprobación en el Convenio de Cambio Climático en diciembre 2010, abrió de un plumazo todos los bosques del planeta a los mercados financieros especulativos.

La hipótesis de REDD es que para parar la deforestación –factor grave de crisis climática– hay que compensar económicamente a los que deforestan. No evitar la deforestación, sino pagar a los que lo hacen. Por eso se llama deforestación "evitada": primero hay que deforestar, para luego vender el dejar de hacerlo. Otro típico escenario de "ganar-ganar". Quienes más se benefician de estos programas, son los que más bosque y selva hayan destruido. Y que podrán seguir haciéndolo, ya que REDD acepta que dejando un 10 por ciento del área que piensan deforestar, puedan recibir créditos de carbono o pagos por "deforestación evitada".

Al programa original se agregaron compensaciones por "acrecentar los inventarios de carbono" y por "conservación" y "manejo sustentable del bosque". En el primer caso, se trata de luego de deforestar, plantar monocultivos de árboles, otra fuente de lucro adicional, con fuertes impactos ambientales y sobre las comunidades. Pero lo más perverso de este mecanismo, es lo que llaman "conservación y manejo sustentable", porque apunta directamente a despojar a las comunidades indígenas y forestales de sus derechos y territorios, ofreciéndoles pago por el aire de sus bosques.

Como REDD "se paga", lo que se haga con el bosque y su capacidad de absorción de dióxido de carbono debe ser "verificable", es decir, definido por agentes externos a las comunidades, que deben pagar caro a "expertos", para que les digan qué pueden hacer o no en sus propios bosques y territorios. Las empresas altamente contaminantes y grandes emisores de gases de efecto invernadero compran la capacidad de absorción de carbono de los bosques, para seguir contaminando exactamente igual que antes, pero ahora con la justificación (no probada científicamente, pero muy lucrativa) de que en alguna parte del mundo habrá un bosque que absorberá sus emisiones. A su vez, los bonos de carbono obtenidos entran en un mercado secundario donde la misma empresa puede revenderlos a otros por un precio mayor, recuperar toda su inversión y además ganar dinero extra. El mayor volumen monetario de los mercados de carbono es en especulación secundaria, es decir la venta y re-venta de, literalmente, puro aire.

En general, todos los esquemas de comercio de carbono se dirigen a mercados especulativos, que es un mercado mucho mayor que los mercados primarios. Ahora está también en juego, en el Convenio de Cambio Climático, la inclusión de los suelos y la agricultura –que es base de la alimentación mundial– como un gran sumidero de carbono a meter en la especulación financiera.

Algunas organizaciones creen que estos programas son un reconocimiento a los aportes de comunidades indígenas y campesinas por cuidar el ambiente y frenar el cambio climático, y que por eso está bien que existan. La experiencia demuestra que los impactos sobre las comunidades de estos esquemas de mercantilización de la naturaleza y sus funciones, han sido mucho peores que cualquier pago que reciban algunos. Pero lo más grave, es la aceptación de que los ecosistemas, la naturaleza, la biodiversidad, los saberes, se transformen en mercancías al mejor postor, dejando a la arbitrariedad y afán de lucro de las empresas que decida si se reconoce un aporte esencial para la existencia de todos.

En lugar de un reconocimiento social auténtico del papel fundamental, histórico y presente, de las comunidades indígenas, campesinas y locales en el cuidado de la biodiversidad y la producción de alimentos diversos y sanos para la humanidad, que debería traducirse en el apoyo al ejercicio efectivo de sus derechos integrales –incluyendo derecho a la tierra y territorio, a las culturas y formas diversas de economía y política–, la economía verde privatiza y mercantiliza la naturaleza, sustituyendo los derechos por transacciones comerciales, y lo que deberían ser políticas públicas, por una competencia de mercado.

Tsunami tecnológico ¿verde?

El otro pilar fundamental de la economía verde se basa en el uso de nuevas tecnologías. La propuesta tecnológica es particularmente importante frente a las crisis, porque revitaliza la industria productiva con fuentes de ganancias extraordinarias y afirma la ilusión de que no es necesario revisar las causas de las crisis: todo se puede resolver con más tecnología.

Las patentes sobre tecnologías –también las necesarias para energías renovables, como eólica y solar– están en su casi totalidad en manos de grandes empresas, que defienden ferozmente sus monopolios y no están dispuestas a discutir la derogación de éstas, en ninguna economía, verde o de otro color. Menos aún si se trata justamente de aumentar sus mercados.

De todas formas, ni siquiera estas energías consideradas amigables con el ambiente son apropiadas en todas partes y mucho menos cuando se aplican como megaproyectos de trasnacionales, abusando de territorios indígenas. Además, implican a menudo el uso de materiales basados en nanotecnología, una industria ampliamente difundida, que pese a cientos de estudios que muestran toxicidad de nanopartículas y nanocompuestos en salud y ambiente, no están reguladas en ninguna parte del mundo, ni se conoce el verdadero costo energético en el ciclo de vida completo de los productos nanotecnológicos, ni la basura tóxica que generan, entre otros factores.

Otra nueva tecnología subyacente a propuestas de la economía verde es la biotecnología, que implica desde más cultivos transgénicos para agrocombustibles y “resistentes al clima”, hasta biología sintética, es decir la construcción en laboratorio de genes, pasos metábolicos o microbios sintéticos enteros, para producir nuevas sustancias industriales. Los usos más inmediatos refieren al procesamiento de celulosa, que antes no era viable por demasiado ineficiente y costosa. Con microbios producto de la biología sintética, es posible procesar cualquier fuente de carbohidratos –como celulosa– para hacer polímeros que se pueden convertir en combustibles, farmacéuticos, plásticos u otras sustancias industriales. De pronto, toda la naturaleza, todo lo que esté vivo o lo haya estado, es visto como “biomasa”, la nueva materia prima universal para procesar con biología sintética. La disputa industrial por acaparar cualquier fuente de biomasa natural o cultivada está en marcha y es una de las mayores amenazas nuevas a la naturaleza y los pueblos.[2]

También propuestas tecnológicas como la geoingeniería, es decir la manipulación deliberada del clima del planeta, convergen en la economía verde con algunas de sus tecnologías, como el uso masivo de biomasa para quemar y fertilizar el suelo como sumidero de carbono (biochar), las grandes plantaciones de monocultivos o la fertilización de los mares para absorber carbono.

Frente a los riesgos de estas nuevas tecnologías, el grupo ETC plantea establecer un mecanismo multilateral de evaluación previa ambiental, social, económica y cultural de las tecnologías, con participación real de la sociedad civil y los potenciales afectados, antes de que lleguen a los mercados. Tecnologías extremadamente peligrosas y con alto potencial bélico, como la geoingeniería, deben ser prohibidas.

En lugar de esta “economía verde”, lo que necesitamos es justicia social y ambiental. En todo el mundo los movimientos sociales tienen diversidad de propuestas para ello. Y además de propuestas, contundentes realidades, como que la producción campesina e indígena da de comer a la mayoría del planeta y ya está “enfriando” el planeta.

- Silvia Ribeiro es miembro del Grupo ETC.




[1] Ver “Aire no te vendas”, Camila Montecinos, Grain, 2005, http://www.grain.org/article/entries/1015-aire-no-te-vendas
[2] Sobre la economía de la biomasa, ver artículo de Jim Thomas en esta misma publicación

Publicado en América Latina en Movimiento, No. 468-9: http://alainet.org/publica/468-9.phtml



http://www.alainet.org/active/50105&lang=es

sábado, 13 de agosto de 2011

LA NANOTECNOLOGIA Y SUS TERRIBLES E IGNORADOS ( ocultados ) PELIGROS


En una entrevista a un NANOTECNOLOGO catalan, llamado MIGUEL SALMERON     ADRIAN PAENZA ("el gran entregador" ),le preguntó - cosa que a esa altura era inevitable que hiciera - acerca de los riesgos de la NANOTECNOLOGIA. 
A ello, el entrvistado respondió :  
Para ser ecuánime...habria que dedicar, la mitad del tiempo a estudiar sus posibilidades y la otra mitad a conocer sus riesgos.

Ante semejante respuesta. PAENZA optó - obviamente- por cambiar de conversacion. 
Ningun " DETALLE escabroso" que asuste a la audiencia y a sus patrocinadores.

En su programa, expresion del optimismo de TECNOPOLIS, el pesimismo acerca de la ciencia, no puede tener lugar. 

PAENZA sigue asi, el comportamiento standard del cientifico tipo ( Salmeron no se esforzo mucho por continuar  con el tema )
LA CIENCIA, EL CIENTIFICO TIPO, como no puede saber lo que esta haciendo, lo que esta lanzando a la biosfera, opta por decir que " hay que estudiarlo" y sigue como si nada pasara.....
Y a menudo, sabe muy bien lo que está haciendo pero igual sigue como si nada pasara.....
ESTO ES LA CIENCIA, HOY.

Lo que a continuacion verá ud ( si sigue leyendo, o si ha llegado hasta aqui ) es una descripcion de lo que la NANOTECNOLOGIA esy de los riesgos de los que SALMERON no habló ( vera como está ya produciendo efectos terribles en nuestra cotidianeidad ).
Luego se enterará de la relacion de la NANOTECNOLOGIA con las VACUNAS, vacunas a las ue sus defensores defienden, ignorando toda esta informacion.
Y por último: LA FRUTILLA DEL POSTRE, a saber : QUE LUGAR OCUPAN HOY, LAS VACUNAS ( la vacunacion masiva ) para la INTELIGENCIA MILITAR NORTEAMERICANA.
Verá ud que, hoy no se puede hablar de vacunas, como si solo de una cuestion de salud publica se tratara.
veamos,

Comenzamos con el informe de la biologa Silbia Ribeiro del grupo ETC., acerca de lo que es la NANO.....

I
A nanoescala (un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro), las propiedades físicas y químicas de la materia cambian: puede ser su color, resistencia, elasticidad, conductividad eléctrica, reactividad u otras. Los usos potenciales son vastos. Actualmente hay más de 700 productos en el mercado basados en aplicaciones nanotecnológicas, que incluyen cosméticos y bloqueadores solares, textiles, ropa, materiales de construcción, barnices, llantas, plaguicidas, nano-celdas de captadores solares. La cuarta parte de la industria farmacéutica utiliza nanopartículas construídas fundamentalmente para administración de medicamentos. Todo signado por las patentes monopólicas más amplias de la historia, en manos de trasnacionales   como IBM, DuPont, Hitachi, Procter and Gamble, así como ejércitos (Estados Unidos y Europa) y universidades que pese a estar sustentadas con dinero público, licencian las patentes en forma monopólica a empresas. 

Un aspecto particularmente pertubador es que las nanopartículas construídas muestran importante toxicidad en plantas, animales y humanos, debido justamente a su tamaño, que aumenta su reactividad pero impide que sean detectadas por el sistema inmunológico.

Como las sustancias están autorizadas para su uso en partículas mayores, los que manipulan y venden nanopartículas o productos que las contienen, no necesitan hacer test toxicológicos previos. 

Sin embargo, estamos
 frente a un fenómeno masivo y global de nuevas y graves formas contaminación del ambiente y la salud de todos los seres vivos, que los promotores de la nanotecnología prefieren obviar. Países como México, Argentina y Brasil tienen, además de empresas, programas universitarios de nanotecnología apoyados por el erario público. El 99 por ciento de su discurso es sobre las maravillas de la tecnología, con escasa o ninguna mención a los problemas que conlleva.

Veamos un caso. Por sus propiedades microbicidas y antobacterianas, las nanopartículas de plata se están usando en productos farmacéuticos y quirúrgicos, en ropa interior, guantes, medias y calzados deportivos, en productos para bebés (biberones, almohadas), contenedores para alimentos, productos de higiene personal, cubiertos, refrigeradores y lavarropas. 

Ya se sabía que la plata -en partículas mayores- es tóxica además para la vida acuática. En 2005, un estudio encontró que la plata en nanopartículas es 45 veces más tóxica que la usada anteriormente. En 2008, otro estudio mostró que el lavado de prendas que tienen nanopartículas de plata, o el uso de lavarropas con nano plata, desecha parte de estas nanopartículas sintéticas a los desagües, con fuerte toxicidad para la vida acuática, matando también bacterias benignas en los sistemas de drenajeUsar este tipo de
 productos con los bebés, es como acostarlos sobre una cama de químicos ultra tóxicos, mucho más que cualquier plaguicida permitido en el mercado. 

Lo que se usa en alimentos va a parar al sistema digestivo. 


Basados en estos estudios, el Centro Internacional de Evaluación Tecnológica de Estados Unidos, con apoyo de trece organizaciones ambientalistas y de consumidores, (Grupo ETC, Greenpeace, Amigos de la  Tierra, Consumers Union y otros) presentó una demanda a la Agenda de Protección Ambiental de Estados Unidos, por haber permitido la liberación al ambiente y al consumo de un tóxico de alta potencia presente en más de 260 productos de venta libre. Este es apenas uno de los usos de nanopartículas.

Urge estar alertas a esta nueva invasión tóxica que gobiernos y cieientíficos acríticos nos quieren vender como la nueva panacea.   ( *Investigadora del Grupo ETC )

II
Y aquí, entonces,......presentando a
LAS NANOVACUNAS.


TRAS LA TERRIBLE ADVERTENCIA , VEAMOS EL TIPO DE ”AVANCES” QUE HA LOGRADO LA MEDICINA EN MATERIA DE NANOVACUNAS
AQUÍ, LA DESCRIPCIÓN DE ALGUNAS DE LAS FORMAS QUE ADOPTAN LOS SUSOSDICHOS ENGENDROS.

Nanopartículas inyectables- Asociadas por ejemplo al desarrollo de vacunas mono-dosis. Con esta vacuna se puede liberar el antígeno durante periodos de tiempo prolongados.

Administracion de nanopartículas por via nasal u oral- Transporte de nanopartículas biodegradables, a traves de las mucosas, nasal y oral, y de su posterior aplicación para el transporte selectivo de antígenos.
Estas nanopartículas evitan la degradacion prematura del antígeno y facilitan su acceso a las células del sistema inmune.


Nanoemulsión.Obtención de vacunas inactivadas, basadas en la nanoemulsión.  Nanoemulsion, es un tipo de emulsión en el cual los tamaños de las partículas en la fase dispersada, se definen como menos de 1000 nanómetros.
En medicina, una nanoemulsión de aceite de soja para crear gotas de 400.600 nanómetros de diámetro, matará a muchos patógenos tales como bacterias y virus.

Nanotubos de carbón- El funcionamiento orgánico de los nanotubos de carbón, permite mejorar sustancialmente la solubilidad y la biocompatibilidad. Por lo tanto su manipulacion e integracion en sistemas biologicos, puede hacer posible una administracion mas eficiente de antigenos.

Dendrímeros- Son estructuras tridimensionales ramificadas que pueden diseñarse a escala nanométrica con extraordinaria precisión.  Los dendrímeros cuentan con varios extremos libres en los que se pueden acoplar y ser transportadas, moléculas de distinta naturaleza, desde agentes terapéuticos hasta moléculas fluorescentes.

Equipos e instrumentos- Por ejemplo biosensores que organizan lipidos y proteinas de las membranas a nivel nanoscópico. Agujas con dispositivos nanotecnológicos que permiten inyectar directamente a las células.

Muchas de estas lineas de  investigacion estan asociadas a la obtencion de mejores adyuvantes y vacunas ADN, alcanzadas por nanoingenieria genética.
Se han dado pasos importantes, especificamente, en nanovacunas contra el cancer, tétanos, malaria y la influenza.

VEAMOS LO QUE NOS DICEN. NANOVACUNAS CON CAPACIDAD DE PENETRAR EN NUESTRAS CELULAS, EN NUESTRO SISTEMA INMUNE, Y ACTUAR DURANTE LARGO TIEMPO, VACUNAS QUE PUEDEN ESTAR PRESENTES EN JARABES O GOTAS NASALES INCLUSIVE,  YA ESTAN Y YA PUEDEN ESTAR ACTUANDO, A TRAVES DE CUERPOS EXTRAÑOS, ( POLIMEROS) DESPARRAMANDO  “ANTIGENOS” MASIVAMENTE, EN NUESTROS ORGANISMOS Y LOS  DE NUESTROS NIÑOS.
Y VALE PREGUNTARSE: ¿ ANTIGENOS? ¿ QUE ANTIGENOS.?

Si vemos que, hoy mismo,...... se esta forzando a que los bebes sean vacunnadps contra una gripe casi inexistente. Y pocos dias ha, he visto, yo en persona, como se publicitaba un nuevo tipo de jeringa, perfeccionada,  para quien no soportara a la tradicional y sobre todo para bebés.. ( Recorfemos: Agujas con dispositivos nanotecnológicos que permiten inyectar directamente a las células.)

Sí....La vacunacion compulsiva, que es la que se está imponiendo, es un medio ideal. SI.....!!

Pienso entonces, : Quizas ya hay miles de niños ( MUCHOS ) con "chips" NANO en su cuerpo, en sus celulas, en su sistema inmune.  ¿ Podrá ser.?....Sí.
Nada de esto es imaginado, es algo en pleno proceso.

Lamento si los detalles hacen que suene a conspiranoico.
Pero....Si los conquistadores sembraron pestes y envenenaron rios para aniquilar a la poblacion nativa de toda América ¿ Que duda cabe de que hoy serian exactamente capaces de hacer lo mismo ?, (al nivel de refinamiento actual, claro.. ). ¿ O es que hoy son mas humanos.?

Que los medicos no ,miren para otro lado
Las vacunas son,potencialmente, armas de destruccion masiva. y estan en manos de Laboratorios Extranjeros, ligados sin duda  al Gran Negocio y a la Inteligencia Militar.
Y si algien lo dudara......

III

VacFun: Vacuna contra religiosos fundamentalistas

Este video fue tomado en el año 2005 y en él expone en el pentágono, un científico sobre el entonces proyecto de crear una vacuna que inhiba (mediante virus) el llamado GEN DE DIOS o GEN VMAT2.
En la exposición el científico habla de aplicar el virus en vacunas para cambiar la conducta, mediante el bloqueo del gen VMAT2, y apunta a la gente de Afganistán. Sin embargo, con esto nos queda clarísimo lo que ya sabíamos. Están usando las vacunas como armas biológicas y con el fin de controlar a la población ya no sólo enfermándola, sino que cambiando sus conductas.
El científico explica que puede ser liberado en vacunas de la gripe.

21 Abr 2011

A lo que agrego, inclusive para quien dude de la verosimilitud del video, un articulo, del que se pueden encontrar muchos, acerca del gen de la religiosidad, teniendo en cuenta que, lo que importa, no es lo cientifico o no de lo que piensan...sino en qué estan pensando quepueden hacer con ello. Las vacunas como medio de control social, de neutalizacion, e inclusive de eliminacion de poblacion... .particularmente, poblacion joven.

veamos en que anda "la ciencia" al respecto...

NEUROCIENCIAS: ¿Existe el gen de Dios?

Escrito por: ccortesamador el 21 Abr 2011 - URL Permanente
http://groups.google.com/group/fundacionneurociencias/browse_thread/thread/816231c640449cbe

Qué le ocurrió a aquel antepasado humano que comenzó a creer en los dioses? ¿Por qué nuestra especie tiene esa especial tendencia a la fe religiosa? La ciencia, especialmente la neurología, ha entrado de lleno en la búsqueda de respuestas dentro del cerebro, que por el momento son muy complejas. Mucho se ha avanzado desde que el anatomista Franz Gall, a principios del siglo XIX, dijera que había encontrado el órgano de Dios en el cuerpo, lo que le valió la condenación eterna. Ahora, muchos investigadores prestigiosos están convencidos de que las redes neuronales están detrás de esa tendencia a la espiritualidad, que es innata y que se ha repetido en todas la culturas y civilizaciones. Si hace unos años, el biólogo americano Dean Hamer aseguraba haber hallado el gen de Dios, ahora investigadores del Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos en Bethesda (EEUU) han revelado las zonas del cerebro que se activan con la fe religiosa, que son las mismas que los humanos empleamos para comprender las emociones, los sentimientos y los pensamientos de los demás.
Este último trabajo, publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), sitúa el área religiosa en el lóbulo temporal y en el frontal, lo que indicaría, según el neurólogo Jordan Grafman, que juzgamos a Dios utilizando los mismos mecanismos que a otras personas y que, como creencias que se transmiten entre generaciones, entrarían en la memoria, la imaginación y la empatía.
El cerebro creyente Ahora bien, ¿por qué se cree en algo de lo que no existe constatación?
Algunos científicos apuestan por la idea de que el cerebro está organizado para que podamos creer. Otras hipótesis defienden que la religión surgió como una adaptación evolutiva que hizo que los genes que la facilitaban se transmitieran y prosperaran: habría ayudado a formar grupos sociales cohesionados y a proporcionar consuelo en las desgracias. Así lo cree el psiquiatra
Francisco J. Rubia, autor del libro 'La conexión divina'. «El origen de la espiritualidad, que no de Dios, fue multifactorial. Influyeron los sueños, en los que el individuo viajaba sin mover el
cuerpo, dando lugar a la idea del alma, y también la predisposición a la dualidad, porque el cerebro está organizado para ver el contraste, como es la luz y la oscuridad, lo finito y lo eterno, lo real y lo imaginario. Todo ello unía al grupo», argumenta. Sin embargo, algunos antropólogos, como Scott Atran, de Michigan, consideran que «religiones que hablan de paraísos tras la muerte no hacen mucho por la supervivencia en el aquí y ahora».
Paul Bloom, psicólogo de Yale, busca la explicación fisiológica. Argumenta que el cerebro tiene dos sistemas cognoscitivos: uno se encarga de las cosas vivas y otro de las muertas, uno se ocupa de la mente y otra de los aspectos físicos (el dualismo del que habla Rubia). Sería la explicación de por qué abandonamos el cuerpo en los sueños o en proyecciones astrales. Es la misma dualidad que prepara al cerebro para conceptos como la eternidad, la vida después de la muerte. Y añade que pensar en experiencias al margen del cuerpo, espirituales, «está a un paso de la creación de los dioses». La búsqueda de causas Pero, ¿bastan esos dioses para dar lugar a la religión? Deborah Kelemen, de la Universidad de Arizona, añade a este cóctel el sentido de la causa-efecto, es decir, buscar un propósito o un diseño para todo, algo que surgió por mera supervivencia (un ruido puede ser un depredador) y que el cerebro extrapola a lo demás: todo tiene un porqué.
«La religión es un artefato ineludible del cableado de nuestro cerebro», asegura Bloom en la revista 'New Scientist'. Incluso los ateos y agnósticos tendrían tendencia a pensar en lo sobrenatural. Según Rubia, en estos casos la espiritualidad innata se deriva hacia otras cuestiones, como la naturaleza. «Siempre se buscará porque produce endorfinas, y por tanto placer, pero las experiencias místicas pueden no ser religiosas», asegura. De hecho, Atran lo llama «la tragedia de la cognición»: «Los seres humanos pueden anticipar el futuro y concebir su propia muerte. Cuando los procesos naturales del cerebro nos dan una salida, la cogemos,
claro», argumenta. Luego, ¿la religión es un subproducto de la evolución del cerebro humano o fue seleccionada para la supervivencia del grupo? El evolucionista Richard Dawkins considera correctas ambas premisas. Por un lado estaría el adoctrinamiento que se recibe del grupo, y que se acepta para no ser rechazado, pero por otro la predisposición cerebral a creer en seres invisibles, que se concretan en los de los padres. La relación religión y cerebro va, incluso, más lejos. El psiquiatra español Rubia recuerda que hay una epilepsia que afecta al lóbulo temporal y activa la religiosidad por una descarga de neuronas. «Los chamanes eran personas que entraban en éxtasis y algunos sufrían esa enfermedad. Desde antiguo eran quienes hablaban con los muertos y curaban, seguramente por poderes psicosomáticos más que otra cosa».
BILIBOGRAFÍA
La neurociencia puede contribuir a la comprensión de la espiritualidad humana: Riesgos y oportunidades
http://padronel.net/2008/04/01/ct-la-neurociencia-puede-contribuir-a-la-comprensin-de-la-espiritualidad-humana-1111-riesgos-y-oportunidades/
La nueva Ilustración Evolucionista http://ilevolucionista.blogspot.com/
http://piedra.nireblog.com/
     
En resumidas cuentas. Quien hable de medicacion, de vacunacion, en particular, no puede ignorar el conteto mundial, de epoca, y tratarlo con el criterio impersonal de las publicidades con " profesionales de la salud" amables y sonrientes que te dan "la medicina justa." solo quieren tu bien
 EL MUNDO REAL, HOY, ES UNA COSA BIEN DISTINTA...!!!!

OK.?