Queremos compartir con todos un post publicado en el blog de Fernando Flores basado en la incorporación de la nanotecnología en la industria alimenticia , aparecido en la "Revista del Campo" de El Mercurio.
La nanotecnología comienza a ser empleada en la industria alimentaria. Sobre este tópico, la Revista del Campo publica hoy el siguiente artículo en el cual explica en qué consiste esta tecnología, describe algunas de sus aplicaciones y se interna en las perspectivas que se abren en esta materia:
La revolución de la nanotecnología en los alimentos
¿Nanotecnología? Muchos hablan de ella, pero pocos saben de qué se trata. Es tan poco conocida, que recientemente un parlamentario copió de wikipedia la fundamentación de la iniciativa con la que pretende impedir la importación de artículos fabricados con esa tecnología.
En realidad se trata de una técnica que permite la utilización, manipulación y exploración de materias a nivel nanométrico; es decir, átomos y moléculas. Un nanómetro (nm) es un metro dividido en un millón de partes. Para comprender la escala en que actúa este nuevo conocimiento, basta decir que el diámetro de un pelo humano es 100.000 veces más grande que un nanómetro.
Y están movilizando el mundo. Al menos el económico. Se calcula que en investigaciones se gastan cerca de US$ 2,27 billones anuales. Para el año 2010 se espera que el mercado mundial de nanoalimentos alcance los US$ 20.400 millones. Helmut Kaiser, consejero de nanotecnología para la Real Sociedad de Ciencia Británica, estima que actualmente hay más de 300 nanoproductos alimenticios disponibles en el mercado.
De eso hay muchos ejemplos. Algunos restaurantes de Estados Unidos ya utilizan un nanocatalizador para freír papas, creado por Oil Fresh, que permite conservar el mismo aceite durante más tiempo y bajar la temperatura de cocción en 20 grados.
En Nanotek Consortium, un grupo de 15 universidades y empresas reunidas por Kraft Foods, investigan la creación de nanopartículas que contengan aromas, sabores y colorantes específicos que permitan programar una bebida o fabricar alimentos personalizados, según el perfil nutricional de quienes los consumen. En los Países Bajos, Friesland Foods busca productos con bajo contenido de grasa, pero igual textura y sabor que los normales; mientras Lionix investiga con el Lab–on–a–chip un microlaboratorio que controla permanentemente la correcta conservación de productos frescos, como las ensaladas. También hay perspectivas para la separación de compuestos de la leche y para optimizar su transformación en productos derivados. Otro aspecto importante está en su potencial para hacer más efectiva la administración de fármacos, ya que podrían programarse para que actúen localizadamente.
Otras aplicaciones
Una de las grandes metas en el agro es optimizar el uso del agua, fertilizantes y productos fitosanitarios.
Monsanto trabaja con la empresa Flamel en el desarrollo de un herbicida en nanocápsulas. Pharmacia busca la fabricación de nanocápsulas de liberación lenta para fármacos y agroquímicos, y Syngenta tiene una nanocápsula que libera su contenido en el estómago de ciertos insectos.
También están en desarrollo nanocaptadores para detectar enfermedades, plagas o falta de agua en las plantas. KX Industries desarrolló filtros físicos con poros o membranas antivirales y antibacteriales que permitirían recuperar agua contaminada para uso agrícola o doméstico.
Hay casos en que aplicaciones médicas pueden ser extrapolables a la agricultura, como los anticuerpos sintéticos o los colorantes fluorescentes, que permiten un diagnóstico precoz de las principales enfermedades en animales y plantas. Se busca también un modo sencillo y barato para convertir azúcares de las plantas en una sustancia química para reemplazar a los derivados del petróleo en la elaboración de fertilizantes y disolventes.
Materiales inteligentes
Una parte importante de la nanociencia es la ingeniería de los materiales. Se trata de fabricar materiales 'inteligentes', cuyas estructuras son capaces, por ejemplo, de percibir, corregir y modificarse ante cualquier cambio de ambiente. Entre ellos están los polímeros que se degradan en 180 días al entrar en contacto con la tierra.
El panorama de oportunidades es amplio y se calcula que actualmente existen cerca de 50 mil diferentes aplicaciones en diversas industrias. La Universidad Rutgers, en EE.UU., trabaja con recipientes que cambian de color, según el estado de frescura o descomposición de la comida y en el mercado ya existen envases recubiertos con agentes antimicrobianos.
Crece la incertidumbre
La nanotecnología tiene detractores que dicen que el impacto del uso de nanoproductos en alimentos y plantas puede afectar al ambiente y la salud humana. Así, ya hay solicitudes que piden una moratoria global inmediata, hasta que se establezcan los reales impactos sociales, económicos y ambientales de esta nueva revolución industrial. Científicos de la UE solicitaron modificar la legislación para detener las ventas masivas.
¿Qué hay en Chile?
Las aplicaciones de la nanotecnología en la agricultura y la posibilidad de impulsar los agronegocios son amplias, pero bastante desconocidas en Chile.
"Ya nos quedamos abajo. Ahora debemos capacitar gente en nanotecnología para que lean los manuales y sepa en qué ocuparlos", dice lapidario Gonzalo Gutiérrez, investigador del Departamento de Física de la U. de Chile.
Rodrigo Segura, investigador de la U. Técnica Federico Santa María, lo confirma: "Estamos en pañales".
Aunque varias universidades están desarrollando proyectos pequeños, falta transferir esos conocimientos a las empresas para que los pongan en práctica. Fondecyt ha financiado al menos 37 proyectos sobre el tema.
http://rolo.bligoo.com/content/view/66851/La-revolucion-de-la-nanotecnologia-en-los-alimentos.html
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